Análisis del Moto E segunda generación
Sin lugar a dudas, Motorola ha demostrado que puede lucirse a la hora de fabricar móviles de gama media de muy buena calidad. Un claro ejemplo de ello es el Moto E, cuya recepción positiva ha dado lugar al lanzamiento de una versión mejorada a comienzos de este año. Sin más preámbulos, te presentamos un teléfono con una bella apariencia y eficiente funcionalidad a un muy bajo precio.
Moto E segunda generación: Novedades y características
Diseño y pantalla
Si bien es posible que muchas personas aseguren que todos los dispositivos móviles de Motorola presentan el mismo diseño, a veces resulta muy difíciles contradecirlos. En efecto, este teléfono repite la clásica carcasa de plástico bien conocida por todos, sólo diferenciándose de sus colegas por sus pequeñas dimensiones. El Moto E segunda generación ostenta unos 129.9 x 66.8 x 12.3 milímetros, algo que lo convierte en un artefacto para nada delgado.
Este móvil compacto (disponible tan sólo en negro y blanco) presenta una pantalla de 4.5 pulgadas con una resolución de 960 X 540 píxeles, una visualización que excede lo esperable dentro de esta categoría. A pesar de que se trata de un equipo de gama media, no será en este aspecto en donde lo percibas, pues su calidad, mejorada respecto de su antecesor, sobrepasa a toda la competencia.
Procesador y memoria
En cuanto a sus especificaciones de hardware, el Moto E segunda generación reviste en su interior a un Qualcomm Snapdragon 200 quad-core a 1.2 GHz, con un GPU Adreno 302, un procesador que alcanzará a cubrir tus expectativas más básicas, soportando al sistema operativo Android Lollipop. Si a esto le añadimos la inclusión de 1 GB de memoria RAM, 8 GB de almacenamiento interno y la posibilidad de expandir esta capacidad hasta tan sólo 32 GB mediante la inclusión de una tarjeta de memoria micro SD.
Cámara y batería
Por último, este nuevo Motorola lleva una cámara trasera de cinco megapíxeles que cuenta con las funciones de autofocus, HDR, Panorama, geo-tagging y foco táctil, modos que sin dudas querrías ver en cualquier cámara de teléfono móvil. No obstante, su complemento frontal no permite una crítica tan optimista, ya que se trata de un antigua sensor de tipo VGA, sólo capaz de sacarte de un apuro en casos extremos.
Asimismo, su capacidad de encendido consigue dejarnos satisfechos, ya que la segunda generación del Moto E ostenta una batería de litio de 2390 mAh. Aunque este número parezca no decirnos nada, la verdad es que este modelo puede darse el lujo de afirmar que su batería dura todo el día, aspecto en el que la competencia tendrá que poner reparo.